A menudo me encuentro con casos de niños y adolescentes de los cuales sus padres me dicen que no quieren o les da miedo acudir a terapia.
Si el caso requiere de atención e intervención y por lo tanto, es necesario que el niño o adolescente y la familia acudan a terapia psicológica, aporto las siguientes pautas generales a los padres:
Además de estas pautas a nivel general, dependiendo de la problemático por la que acudan doy alguna pauta más particular y específica.
Así, para niños o adolescentes que acuden, por ejemplo, por dificultades de aprendizaje, además de las pautas generales informo a los padres que es importante transmitir al niño que el psicólogo/a no será una persona con la que harán las tareas escolares, sino que será una persona que ayude al propio niño y a toda la familia a averiguar sus puntos fuertes y débiles, para que, de este modo, pueda potenciar los primeros y trabajar los segundos.
Para aquellos que acuden por presentar miedos, ansiedad, o problemas de comportamiento, además de lo anterior, se les puede expresar que el psicólogo será esa persona que les ayude a llevarse bien, a manejar y a aliarse con esas emociones que a veces le molestan y les causan algún problema.
Por último, para los que acuden por problemas en sus relaciones sociales, transmitirles que el psicólogo será esa persona que les ayude a desarrollar herramientas que les permitirán manejar su vergüenza y/o los conflictos que puedan tener con sus iguales.
Es fundamental motivarles, transmitirles confianza en la figura del terapeuta y presentárselo como un gran aliado para todos.
Es normal que en ocasiones muchos niños y adolescentes puedan sentir miedo o inquietud cuando se les habla de ir a un psicólogo. Para ellos es algo desconocido y que a veces les sugiere una idea equivocada, en parte, por la creencia que a día de hoy se sigue teniendo de la salud mental. Por ello, se requiere prepararlos antes y aportarles seguridad dándoles estas explicaciones.
Comparto uno de los vídeos de mi canal de Youtube donde explico esto: