Los niños, en especial, aquellos que se encuentran entre los 3 y los 10 años, no tienen la capacidad de poner palabras a sus inquietudes, a sus miedos, a sus vivencias, a los conflictos por los que puedan estar pasando, etc.
Por ello, cuando se trabaja con niños, tanto para evaluar el caso como para realizar la intervención, usamos los dibujos, la teatralización, el juego libre con figuritas, los cuentos, etc.
A través de estas técnicas, ellos pueden expresar todo aquello que hay dentro de su mundo interno, de una forma en la que pueden hacerlo y en la que además se sienten relajados.
Los dibujos no se usan por sí solos, sino que una vez que se han realizado, se les solicita que te cuenten una historia sobre ellos, o simplemente, que te cuenten que ha dibujado y por qué.
Cuando usamos el juego se les permite que escojan las figuras que quieran, las que mas les gusten, y vamos observando que hacen con ellas.
Cuando usamos los cuentos, solemos usar historias a las que el niño debe añadir el final de las mismas.
La teatralización se usa mucho durante la intervención, y en especial, cuando queremos entrenar las habilidades sociales. Dentro de ésta entraría: