Durante la adolescencia surgen cambios significativos a todos los niveles (físico cognitivo, emocional y social).
Estos cambios podemos entenderlos desde el punto de vista neurobiológico, es decir, qué pasa en el cerebro para que todos esos cambios ocurran, y desde el punto de vista neurofuncional, es decir, de qué forma esos cambios cerebrales se manifiestan
Las manifestaciones más relevantes que se dan en la adolescencia son: la búsqueda constante de sensaciones, de cosas nuevas, excitantes y/o arriesgadas, el debut del pensamiento crítico, la creación de la personalidad y el debut de la sexualidad.
En cuanto a las pautas de comunicación, ha de tenerse en cuenta que la comunicación puede ser, como la mayoría de vosotros sabéis, verbal y no verbal, siendo esta última, la más relevante. Esto lo vemos en situaciones en las que todos pensamos “no es lo que me ha dicho sino como lo ha hecho”, pues si, no es una muletilla, es totalmente cierto, ya que, el cerebro la mayor parte de información que procesa, tiene que ver con el contexto, el estado emocional que perciba en el otro, el tono, los gestos, etc. También es importante destacar que los adolescentes no necesitan ni buscan ser seres independientes, pues los seres humanos, no somos seres independientes (excepto si existe algún tipo de patología), buscamos y necesitamos tener la capacidad de poseer interdependencia, necesitamos llegar a un equilibrio entre autonomía (estar bien y regularse bien sólo) e intimidad (estar bien y regularse bien con el otro). Por último, como aspectos a tener en cuenta, es de especial relevancia distinguir la autoridad del autoritarismo, que implica en los seres humanos “ser obedientes” y para que sirven los límites y el por qué es fundamental para las personas tenerlos.
Sabemos que el estilo de comunicación asertivo es el estilo que implica la comunicación bidireccional, en la que los padres respetan el punto de vista de su hijo/a, validando en todo momento sus emociones y opiniones, lo cual, genera relaciones familiares sanas, y por tanto, relaciones sociales sanas.
Durante la adolescencia, a través de la información que recibimos del entorno social y la calidad de mis relaciones interpersonales creamos y desarrollamos nuestra identidad, y a su vez, la calidad de las mismas, dependerá en gran medida de como se hayan gestionado y se gestionen, las relaciones familiares.